4.6 LOS WAUNANA

4.6.1 MEDIO GEOGRÁFICO

4.6.2 MEDIO AMBIENTE

4.6.3 ASPECTO FÍSICO

4.6.4 VESTIDOS Y ADORNOS

4.6.5 LA LENGUA

4.6.6 PERSONALIDAD

4.6.7 LA VIVIENDA

4.6.8 ECONOMÍA

 

4.6.1 MEDIO GEOGRÁFICO

El departamento del Chocó está situado al noroeste de la República de Colombia, en la parte septentrional de la región geográfica de la costa pacífica, una de las cinco que forman el territorio colombiano. Tiene 600 Km de largo y una anchura que oscila entre 90 y 160 Km2.

Las cálidas tierras del Chocó, compuestas por llanuras y colinas bajas, son consideradas la segunda región más húmeda del mundo. Estas condiciones limitan las actividades agropecuarias y han determinado unas características específicas de vida para los grupos humanos que allí residen.

El territorio donde viven los Waunana está al sur del Chocó y se puede considerar dividido en dos zonas: La primera comprendida por la Zona del Río San Juan, a partir del sitio donde desemboca su afluente, el Bicordó y está localizado el poblado de Noanamá y siguiendo el curso fluvial hacia el delta, donde se abre en varias bocas para tributar sus aguas al océano Pacífico.

La segunda zona está formada por la porción costera que comienza en las bocas del San Juan y continúa al norte hasta llegar al rió Usarraga.

Al Río San Juan lo llaman los Waunana Dochadó o Docharamá, que significa río grande y es el más caudaloso de los tributarios de los tributarios suramericanos del océano Pacífico.

La otra zona territorial de los Waunana es la franja costera que comienza en las bocas del Río San Juan y se prolonga hacia el norte hasta las cercanías del Río Baudó, comprendiendo los ríos que tributan al Pacífico.

Las cabeceras del San Juan son ricas en oro y plata de aluvión y tienen yacimientos de platino que presentan un potencial económico incalculable, en sus orillas se encuentran áreas con pastos y la selva que lo circunda es notable reserva maderera. A los lados de este río hay fajas de suelos aluviales, compuestos de lodo, arena y arcilla, que son excelentes para la agricultura.

 

4.6.2 MEDIO AMBIENTE

La fauna es variada. En parte mas densa se encuentran los jaguares, los pumas leonados, los osos y las dantas, también los venados, los tigrillos, los zorros, los pericos ligeros, los saínos y las guatinajas.

 

4.6.3 ASPECTO FÍSICO

Los Waunana pertenecen a la raza mongoloide o amarilla. Los Waunana pertenecen a la subraza surpacífica, distribuida desde México a la Patagonia, en el oeste de América Central y América del Sur, que se define por una estatura pequeña(1,55-1,58 m.),una gran braquicefalia y un rostro donde los rasgos mongólicos aparecen particularmente atenuados, de frente amplia y curva, ojos negros mongoloides, pómulos salientes, nariz mediana, oreja con lóbulo adherido, labios medianos y cuello normal. La mujer comparte las características del varón, pero tiene la frente estrecha y recta y los ojos más frecuentemente de color castaño oscuro. La calvicie y las canas se dan en contados casos, el mayor porcentaje del cabello es grueso y liso, el pelo púbico es escaso en el hombre y aún más en la mujer, los miembros son cortos y ágiles, la complexión robusta y la figura esbelta en la pubertad y luego con tendencia a engordar, especialmente en las mujeres, quienes al nacimiento del primer hijo pierden también la turgencia en los senos. El parasitismo deforma los cuerpos con el abultamiento del estómago, principalmente en los niños.

 

4.6.4 VESTIDO Y ADORNOS

La vestimenta tradicional de los hombres consiste en un guayuco o cubresexo, llevan el rostro, el pecho, los brazos y la espalda, decorados con diseños geométricos pintados con bija o con jagua, a veces muy elaborados. Se adornan con collares de semillas, de cuentas de chaquiras, a veces con colgantes de monedas agujereadas, medallas, llaves o talles de madera con figura de animales. En las orejas lucen zarcillos de monedas martilladas y recortadas y en las muñecas con diseños geométricos en colores vivos. Algunos conservan chalecos de paños recubiertos de monedas, que usaron en su juventud, cuando asistieron a las fiestas engalanados y perfumados para conseguir novia.

Pero este atuendo masculino ha cambiado mucho en aquellos lugares más cercanos a los poblados negros y mulatos, especialmente en los individuos que tienen una relación continua con otros grupos étnicos, ya sea porque son visitados en busca de productos artesanales o de madera para construcción. Por un lado el deseo de emular al blanco y por otro el temor a sus burlas, hacen que el corte de pelo con capul y a la altura de las orejas, la pintura corporal y facial y el uso de orejeras desaparezca o se restrinja al ámbito puramente local, aparecen en cambio las camisas o camisetas de algodón o fibras sintéticas con variedad de colores, los pantalones largos y las pantalonetas que son las preferidas, los zapatos y las botas de cuero o caucho y también cachuchas, gorras con vicera y algunos sombreros. El indígena así vestido intenta asimilarse en su indumentaria a los mulatos de Istmina o Buenaventura, aunque se le puede distinguir porque casi siempre conserva el collar y las pulseras de chaquira.

La camisa del hombre, aunque sea un elemento tomado del blanco, en su inclusión dentro de la indumentaria indígena tiene un significado especial, relacionado con el color: si es de un solo fondo y de tono suave corresponde a un indígena tradicional, de los más apegados a las normas y costumbres de su cultura, principalmente a las relacionadas con las actividades de los curanderos, si el color es vivo o tiene diseños de rayas, cuadros o flores, identifica a un hombre más abierto a la aceptación de costumbres y objetos del blanco y también a las relaciones con éste.

 

4.6.5 LA LENGUA

Se utiliza la denominación Waunana "gente" a los indígenas del Río San Juan y aledaños, porque este es el término con el que ellos se denominan y el que prefieren para que se les identifique.

A los Waunana, como a los Emberá del norte del Chocó se les da el nombre de "cholos" , voz que significa en quechua raza inferior, que es sus orígenes debió aplicárseles en sentido peyorativo, pero que hoy ha cambiado, sobre todo para el blanco habitante de la región, quien con esta expresión es una referencia paternalista.

El idioma Waunana tiene una habla homogénea en toda su extensión, en contraste con el Emberá, cuyas variaciones dialectales son diferentes unas de otras.

La gran mayoría de indígenas habla castellano, a excepción de un reducido número de ancianos. Lo hablan mejor los hombres que las mujeres, ya que estos tienen mayor relación con el blanco y viajan mas.

Los padres desean que sus hijos hablen cada vez mejor el castellano porque significa mejor trato con estos, pero igualmente mayores posibilidades de interacción para la defensa de sus intereses.

 

4.6.6 PERSONALIDAD

Aunque mucho se ha hablado de la tristeza del indígena, los Waunana son generosos: ofrecen regalos a los visitantes ya sea en comida, bebida o artefactos que son parte de su cultura material como canastos, nasas y flechas. Esperan que esa generosidad sea correspondida y por eso reciben complacidos los obsequios que se les lleven.

Son hospitalarios, son alegres en su vida diaria y para las ocasiones especiales les gusta la fiesta con música, canto y bebida. Tienen sentido del humor, les agradan las bromas, las hacen con gracia y las afrontan con sonrisas.

 

4.6.7 LA VIVIENDA

El tipo de poblamiento tradicional de los Waunana es disperso. La población se reparte en las cabeceras de las quebradas que van a los ríos y allí está establecida, en viviendas localizadas a orillas de las corrientes fluviales, con intervalos de 200 a 800 metros entre una y otra, la vía acuática une estas casas y permite una fácil comunicación por medio de las canoas.

Caseríos o poblados nucleados no existen muchos, este sistema de concentración demográfica en un sitio específico no lo tuvieron los indígenas como costumbre y lucharon contra ello en tiempo de la conquista y la colonia, solamente se ha venido desarrollando hace unas décadas, más por presiones de misioneros y autoridades gubernamentales que buscan una mayor control del grupo teniéndolo reunido.

Los Waunana no viven junto al mar, el litoral está ocupado por algunos mestizos y casi totalmente por negros. Los caseríos y poblados Waunana están generalmente constituidos por una escuela, un almacén de productos, un puesto de salud, una capilla y una casa destinada a las reuniones de la comunidad y a servir de hospedaje para visitantes.

La vida en estos conglomerados habitacionales trae pocas ventajas para el grupo. La concentración de estas viviendas hace que en estos poblados haya proliferación de basuras y desperdicios que inciden en la salubridad de la comunidad. Por otra parte los almacenes se convierten en sitios de reunión para beber cerveza y aguardiente, el gusto por la bebida, que es una marcada característica aborigen, se intensifica en estos lugares, trayendo consigo el florecimiento de la prostitución y las riñas entre indígenas.

 

4.6.8 ECONOMÍA

La Tierra.

El territorio Waunana está en un gran porcentaje delimitado en resguardos, es decir en tierras que el Instituto Colombiano de La Reforma Agraria, considera suficientes para las necesidades de los indígenas. Las tierras de cultivo están unas sembradas y en producción, otras en descanso y las menos como reservas para un futuro en que la población aumente.

En estas condiciones el Waunana trabaja diariamente, procurando subsistir en lo que puede obtener de los recursos del medio, mediante las técnicas tradicionales de apropiación de aquellos recursos y creando estrategias para obtener fuentes de ingresos por medio de las artesanías, que le permitan a consecución de alimentos y objetos en un intercambio comercial con el blanco y las etnias vecinas.

Agricultura

La base económica del grupo la conforman la agricultura, la caza, la pesca, la recolección y fabricación de artesanías para el comercio externo. Los principales productos agrícolas son el maíz, la caña de azúcar, el plátano, el banano, la yuca, el ñame, la rascadera, la papachina y en los últimos tiempos el arroz.

Después de la cosecha del maíz, generalmente se siembra plátano en el mismo lugar y a los tres años de producción se deja descansar la tierra.

El banano y la caña son plantaciones continuas. Los árboles frutales están por lo común cerca de las viviendas, se cultiva la papaya, la guama, la piña, el bacao, la badea, la naranja, el limón, el caimito y el chontaduro. La recolección proporciona castañas, nueces de palma y algunas veces cera y miel de abejas.

Caza y pesca

Todo indígena Waunana se considera básicamente cazador y pescador. La caza se realiza con arco y flecha, con escopeta, con bodoquera con trampas y con perros.

De esa manera se consiguen venados, tatabros, dantas, zorros, ardillas, osos hormigueros, guatines, guaguas, conejos, armadillos y otros mamíferos. También aves como las pavas de monte, los patos, las gallinetas, los tucanes y los pericos.

La pesca se practica con anzuelos, con arpones, con atarrayas y trasmallos. Los más apetecidos trofeos del pescador son el sábalo, la mojarra, el barbudo, el róbalo, la corvina y el camarón de río.

Transporte

Las vías de comunicación son los ríos y quebradas, ejes físicos de la vida indígena y aunque existen caminos en la selva que unen las diferentes localidades, estos no son corrientemente utilizados.

Por esta razón desde los niños Waunana dominan el arte de la navegación en canoas. El hombre aprende de su padre la construcción de las embarcaciones utilizando árboles como el chachajo, el machare, el anime, el encibe o la jigua negra.

En la canoa viaja la familia, llevando racimos de plátanos, piñas, maíz, ñame, bananos, pescados ensartados en palos, canastos, ollas y casi siempre el perro, compañero indispensable del indígena en sus viajes.

Artesanías

Son la fuente de ingreso que permite a los indígenas la consecución de alimentos y objetos provenientes del blanco y que le son indispensables, tales como fósforos, sal, velas y gasolina entre otros.

Fabrican canastos y petacas hechos de la fibra de chocolatillo, figuras antropomorfas y zoomorfas talladas en madera dura, las mujeres son especialistas en la elaboración de platos y canastos en la fibra de la palma guerregue, con la cual teñida en rojo con achote y en negro mediante inmersión en barro oscuro se logran recipientes de apretada trama, armoniosas formas.

Es posible que el origen de esta técnica de cestería esté en África y haya sido introducida a la región chocoana por algún africano a africana de los que llegaron como esclavos para la minería. Objetos artesanales de Botswana, en el sur del África, presentan técnicas y formas similares a las piezas aquí comentadas, tal vez una futura investigación etnohistórica pueda aclarar este punto.